Mi sueño es que este proyecto siga creciendo de la mano de todas las personas que han sido parte de este viaje, desde el primer día hasta hoy.
Pero más allá del crecimiento, deseo que nunca se pierda la raíz de donde todo comenzó: ese amor genuino, la emoción de crear algo con mis manos, y el cuidado en cada detalle. Quiero que cada pieza lleve un pedacito de mi corazón, que sea más que un objeto: un abrazo tejido, un suspiro de cariño, una forma de decir “estoy contigo” sin necesidad de palabras. Que inspire, que acompañe, que dure… como los sentimientos verdaderos.